¿Sabías que las gafas de sol, o al menos los lentes de las gafas de sol, deben cambiarse con regularidad? Según un estudio realizado en la Universidad de São Paulo, la protección UV que brindan las gafas de sol se deteriora con el tiempo. Es posible que adores tus gafas actuales, pero si has estado usándolas durante dos o más años, podría ser el momento de comprar un nuevo par.
Además de las propiedades de bloqueo de los rayos UV, los revestimientos anti-reflectantes y anti-rayas se desgastan y el material del marco también puede volverse quebradizo con el paso de los años. Incluso si tienes las gafas de sol más duraderas disponibles, el reemplazo regular de lentes es la mejor manera de asegurarse de que tu visión esté protegida al máximo de los efectos dañinos de la luz ultravioleta.
Luz ultravioleta y gafas de sol
La eficacia protectora de tus gafas de sol proviene en gran parte del recubrimiento de las lentes con tintes y pigmentos que reflejan y absorben la radiación ultravioleta. Crean una barrera que evita que la radiación ultravioleta penetre en tus ojos.
Sin embargo, esta capa protectora puede, y a menudo lo hace, romperse con el tiempo. El desgaste puede causar una red invisible de diminutas abrasiones que comprometen su poder de bloqueo de los rayos UV. Además, los tintes y pigmentos protectores no pueden absorber los rayos UV de forma indefinida; mientras más luz solar estén expuestos, más rápidamente se volverán ineficaces.
Es probable que un par de lentes que se usan ocasionalmente y en condiciones templadas sigan siendo efectivas por más tiempo que un par que se usa mucho en un ambiente más intensamente soleado. Por ejemplo, si pasas largos días en el agua remando, haciendo kayak o en canoa, la capa protectora de tus lentes se deteriorará más rápidamente de lo que lo haría si solo usas tus gafas para ir de compras o sentarte en un café.
Qué buscar al comprar gafas de sol nuevas
Al elegir gafas de sol nuevas, asegúrate de que estén etiquetadas como 100% de protección UV o UV400. Ten en cuenta que factores como el costo, la polarización, el color del lente o la oscuridad no tienen mucho que ver con el nivel de protección UV. Incluso los lentes recetados transparentes pueden proteger contra los rayos UV.
El tamaño y el ajuste de las gafas de sol son importantes. Más grande es definitivamente mejor si pasas mucho tiempo al aire libre. Los anteojos envolventes más grandes son mejores si haces esquí acuático regularmente o pasas muchas horas en el agua, ya que este estilo bloquea la luz en todas las direcciones.
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